POESÍA DEL ALMA UNIDA 32

 



Cuando los días sobran

Será quizás  entiendo

Porque se han cargado en exceso

De temporalidad

Vaciándose de Cielo

De cuanto es terráqueo

En olvido de Eternidad

Se ha roto pues el camino

Y la peregrinación nos lleva

A ninguna parte

 

Cuando los días sobran

Se vuelven

Fatigosos

Inútiles

Pesados

Vacíos

Resbalan sin cesar

Como las horas que corren

En puro desgaste

 

Cuando los días sobran

El sentido de la vida es débil

La superficialidad abunda

Y la acedia lo ha tornado

Todo insulso

 

Cuando los días sobran

Paradójicamente nos parece que faltan

Pero no son pocos los días

Es poca la sustancia en la que se sostienen

 

Cuando los días sobran

Dios está ausente

Aunque admito otras razones

 

Cuando los días le sobran al justo

Que por sendas de Sabiduría se afirma

Es que su entorno se halla corrupto

Y la decadencia

Virulentamente se ha elevado

A grados tan paroxísticos

De mundanal desenfreno

Que casi todo parece perdido

Como irremontable

El caudaloso y turbio río de pecado

Que la cerrazón del corazón ha desatado

 

Cuando los días le sobran al justo

Por la infestación del mal

Que crece sin límite

Al cual seguramente

Ha señalado con coraje en profecía

Y combatido sufriente en virtud

Solo le queda emigrar a otra tierra

Donde los días puedan encontrar condiciones

Para llenarse de Vida Divina

 

Finalmente

Cuando los días le sobran al místico

Es que Dios se le ha acercado tanto

Que ya no vive ni palpita en esta tierra

Sino que habita pasando la orilla

 

 

 

PROVERBIOS DE ERMITAÑO 126


 

PROVERBIOS DE ERMITAÑO 125

 


POESÍA DEL ALMA UNIDA 31

 



En esta hora de trasiego

No quisiera yo escribir

Una canción de atardeceres

Sino  una límpida y pura

Melodía de esperanza

 

Sin embargo se levantan

La endecha y la elegía

Y se me solicita sollozar lamentaciones

Por aquella mujer que se ha perdido

 

Supo ser esposa y madre

Pero cayó

Tristemente subyugada

En los brazos numerosos

De sus pérfidos amantes viles

 

Se entregó pues la pobre al desvarío

Y no hubo amigo del Esposo

Que al acercársele

Lograra administrarle medicina

O devolverla a su recuerdo santo

 

Por tanto ahora en mi partida

Comprendo la tarea por delante

            Iré por los caminos preguntando

¿Saben dónde hallar

Díganme se los ruego

A la esposa de mi Amigo?

 

Ojalá la redescubra

Allende donde me dirijo

            Así tendré contento

Al contemplarla desposada

Entre los brazos del Amado

 

Oh Iglesia mía

Oh esposa Suya

            No una canción de atardeceres

Sino una límpida y pura

Melodía de esperanza

 

EVANGELIO DE FUEGO 20 de Noviembre de 2024