PROVERBIOS DE ERMITAÑO 23


 

PROVERBIOS CON LUZ DE AMOR Apreciar el tamaño de la Cruz

 




1.      Apreciar el tamaño de la Cruz, amar y caminar hacia delante.

 

2.      El camino del cristiano es un camino de cruz hacia la Cruz. No es amor un amor incapaz de cruz.

 

3.      La cruz aparece siempre en uno mismo, en los otros y en el mundo. La cruz reaparece en el camino y es del todo inevitable.

 

4.      Asociada solo con la prueba, la amargura, el dolor, la injusticia, el desamparo y el fracaso, en fin, sólo con la muerte, la cruz pierde su verdadero valor y fuerza.

 

5.      La Cruz alcanza su plenitud sumándole su ser posibilitante del crecer, de la felicidad auténtica, del gozo, de la redención, del abrazo fraterno, de la victoria de la resurrección, es decir, de la Vida.

 

6.      Ante el peso contundente de cada cruz que nos toca cargar, peso que aplasta y como afilada daga traspasa el alma entera: ¿quién nos puede hacer capaces de mirarla con ojos de posibilidad, de recibirla agradecidos, de llevarla con alegría?

 

7.      Solo el Señor Jesús, aquel que cargó con su Cruz todas las cruces de la humanidad y de la historia, puede ayudarnos a vivir la cruz.

 

8.      Contemplando a Cristo Crucificado se nos regala una mirada nueva. Su Espíritu nos muestra dulcemente el tamaño de nuestra cruz, revelándonos también su posibilidad salvífica; y nos introduce en el conocimiento interior de la magnitud de la Cruz del Amado.

 

9.      Lo amargo de la Cruz se nos torna sabroso inflamados por su Amor.

 

10.  Amar la Cruz, amar a los crucificados que hay en ella es lo que hizo Jesús y lo que nos enseña.

 

11.  Contemplar es elevar nuestra cruz a la Cruz de Jesús, quien eleva toda cruz al Padre para que Él derrame abundantemente el don de la Resurrección.

 

12.  El verdadero contemplador, es decir, el verdadero amador del Amado, toma su cruz y lo sigue, camina hacia delante, seguro, confiado, lanzado a los brazos del Padre.

 

13.  El contemplador no solo llevará su cruz, sino tantas cruces de otros que no saben, no pueden o no quieren cargarlas; las toma y las lleva por ellos.

 

14.  En la Cruz amanece esplendoroso el Rostro del Esposo y el contemplador le busca en desposorio, abrazándolo enloquecido y errante por el mundo.

 

15.  El misterio de iniquidad que hace despuntar la Cruz sólo se redime con amor. Así lo vivió el Señor Jesús y así quiero vivirlo yo. No hay otra forma de madurar en contemplación.



PROVERBIOS CON LUZ DE AMOR En lo escondido

 



 

1.      Escóndeme en lo escondido.

 

2.      El verdadero contemplador ha gustado del Dios escondido.

 

3.      Tras la primera noche del alma, se ha encontrado el contemplador con Aquel que tanto sobrepasa; resultándole pues inasible, en huida, tan escondido y más allá de su inteligencia y afectos.

 

4.      Vive quien contempla, el momento negativo donde nada de lo que diga de Él alcanza y el momento superlativo donde Dios es más y siempre más de lo que de Él se puede afirmar. Dios es la nada y  Dios es el todo.

 

5.      Un Dios escondido que el contemplador solo puede abrazar con el nuevo sentido interior que le ha sido regalado en la quietud de amor.

 

6.      Avanzando, hacia Quien se le dona primero pues lo avanza, lo contempla, es decir lo ama y es amado en lo escondido.

 

7.      Mirando con mirada cautivada este bendito Espejo –Encarnación, Eucaristía y Cruz-, atraído todo él con fuerza irresistible a la comunión, el contemplador no puede menos que suplicar con dulzura ser escondido en Él.

 

8.      Escondido tras el Escondido querrás vivir para que desapareciendo tú brille el Amado.

 

9.      Quiere el contemplador esconderse justamente allí donde el Dios escondido más se anonada: tras Encarnación, Eucaristía y Cruz.

 

10.  El verdadero contemplador suele pasar ante los ojos del mundo como un torpe, loco o ciego. Es que por amor busca ser pobre para abrazarse enteramente al plenamente Pobre.

 

11.  Unido a esta pobreza que enriquece, deja escondidos en la intimidad los favores y esfuérzate por sacar a luz a Dios en las obras, desapareciendo tú lo más posible, obrando también en lo escondido.

 

12.  Sólo en lo escondido, donde el Padre únicamente ve, el amor fecunda y fructifica.

 

13.  La mayoría de los hombres no se encuentran en profundidad con Dios porque lo buscan donde Él no destella.

 

14.  La lógica de la Encarnación, de la Eucaristía y de la Cruz va a contramano de la lógica del endiosamiento, de la autoafirmación negadora de lo diferente y del poder que nos empuja desde la raíz de pecado que vive en nosotros.

 

15.  El Dios que vino entre nosotros asumiendo plenamente la humanidad y la historia eligió pararse en el reverso de nuestro hacer humanidad y hacer historia y desde allí, desde lo escondido, sumergido en lo más profundo de nuestras tinieblas hizo brillar su luz que dispersa oscuridades.

 

16.  Esconderse en lo escondido es pararse junto al Amado y ser testigo y cooperador de su amor que salva.

 

17.  El camino del santo es el camino de la locura, que no es otra que la locura de amor de Jesús, el Señor.

 

PROVERBIOS CON LUZ DE AMOR Crecer hasta la altura del amor regalado

 



1.      Crecer hasta la altura del amor regalado. Dura pero ineludible exigencia es ésta para un camino de verdadera contemplación.

 

2.      A la gracia hay que aceptarla, algo así como atar a ella la naturaleza para que la recree. Y a las mercedes se las atesora devolviéndoselas al Amado por el canal de las criaturas.

 

3.      El amor del Señor no solo nos invita a devolverle amor a Él sino que nos exige amarlo en todo lo que es obra suya, reconocerlo allí y allí abrazarlo.

 

4.      No progresa en el amor a Dios quien no progresa en el amor a los hermanos humanos, a todos los hermanos de la naturaleza, al hermano universo.

 

5.      Atar la gracia es desatarla, devolver gratis lo que gratis se nos da.

 

6.      Dejarse recrear es dejarse atravesar.

 

7.      La transformación interior comienza por la recepción del don y sigue por su devolución multiplicadora. Atesorar es desnudarse.

 

8.      Cuando  recogido en la interior morada recibo amor nuevo y quemante del Señor sé que no es un final sino un nuevo inicio del trabajo de conversión, siempre continuo, nunca acabado.

 

9.      Entre lágrimas y no pocos dolores lucho y pongo todas mis fuerzas en crecer con obras hasta la altura del amor que el Señor me regala.

 

10.  ¡Ojala algún día por algún momento la altura de ese amor que anima y exige sea la altura de la concordia amorosa con todos por amor al Amado!

 

11.  De poner en obra tanto amor recibido habré crecido con la ayuda generosa de la gracia hasta la altura del amor de Jesús en la Cruz.

 

12.  Solo entonces exultaré y cantaré lleno de gozo al verme desposado en la Cruz, crucificado junto a mi Amado, uno solo con Él.

 

POESÍA DEL ALMA UNIDA 35

  Oh Llama imparable del Espíritu Que lo deja todo en quemazón de Gloria   Oh incendios de Amor Divino Que ascienden poderosos   ...