PROVERBIOS DE ERMITAÑO 32


 

CANTANDO CANTARES DEL ALMA 6

 


“Él me hizo entrar en la bodega y enarboló sobre mí la insignia del Amor.” (2,4)

 

1.      ¡Oh, qué herida dulce y suave, profunda y quemante, extenuante que desmaya, inflamante oscura! Porque me hizo entrar en la bodega, donde a oscuras en la intimidad, me dio el vino de su Ser y me embriagó de amor.

 

2.      Enarboló sobre mí su insignia y me hizo suyo, ya que el corazón del hombre desea entregársele por completo pero es débil para actuar su deseo, y Él que es todo Misericordia adelantándose, se compadece y lo toma.

 

3.      ¡Oh dichosa bodega guardada en el fondo más hondo del alma! Allí mete el Señor a su amador para que reciba destellos de unión, y aunque sólo destellos, incomparables, inimaginables e indecibles.

 

4.      No sabría cómo explicar lo que comprendo sin comprender: que el alma Dios habita y el alma es llevada allí para ser introducida como en el seno de Dios.

 

5.      Sabiendo que estaba en Dios sin saber cómo, me ha ido brotando la certeza de haber participado de algún modo de la Vida Trinitaria.

 

6.      Este goce de la divina inhabitación sé que puede ser más subido en esta vida, aunque este saber tampoco sé cómo ni de dónde me viene a no ser de Dios que llama.

 

7.      Quien saborea este amor que se ofrece en la bodega, este amor insignia enarbolado, saborea un amor en tres heridas. Y el corazón entero queda resonando tras este acercamiento al seno Trinitario.

 

8.      Herida que profiere, Herida proferida, comunicación total y hay otra Herida. El que tenga al Amor de seguro lo tiene en Tres Heridas.

 

PROVERBIOS DE ERMITAÑO 31


 

POESÍA DEL ALMA UNIDA 23

 



Estoy aquí

                  En otro umbral

El último umbral

A orillas de la Eternidad

 

El oleaje incesante

De la Trinidad Santa

Humedece constante mis playas

 

Entonces un tibio solaz se levanta

Tan verde y con abundante Luz

Trinan las aves del Cielo

 

¿O son ángeles y santos

Con trompetas y citaras

Un coro invisible y triunfante

            En su liturgia gozosa

            Perenne de loas

Jubilosas

Humildes

Prístinas?

 

Como sea

Ya vivo en este umbral

Tú me has establecido aquí en Gracia

 

Pero ahora

¡Qué desabrido me resulta este mundo

            Tan vago e indefinido

            Solo sombras que pasan

            Deambulando perdidas!

 

Y yo aquí en este umbral

            Invitando a la Unión

 

Los transeúntes dispersos

Raptados por naderías

Seducidos con baratijas de ídolos

 

Tú también desde lo alto del Madero

Los veías pasar con su mirada baja

 

También tu Padre desde el Trono excelso

Los miraba transitar distraídos e indiferentes

Frente al magnifico Estandarte que había erigido

Su propio Hijo elevado en Sacrificio

 

Y sin embargo

No es hora de gritar ni de clamar

Es hora de silencio

 

Es esa hora sagrada

Cuando el retiro del ermitaño

            Le ofrece una oportunidad al mundo

 

Esa hora en la cual se decide

Quedarse abrazado y encadenado

Por el Espíritu a la Cruz

 

Y yo estoy aquí

            En el último umbral

Donde la Trinidad Santa

Baña las playas del hombre

            Al borde del Amanecer

 

 

PROVERBIOS DE ERMITAÑO 30


 

CANTANDO CANTARES DEL ALMA 5



“Yo me senté a su sombra tan deseada y su fruto es dulce a mi paladar.” (2,3b)

 

1.      El alma ya salida de sí, existencialmente deseosa de vivir descentrada en sí misma; a su vez padece terriblemente el reflujo del sólo-yo que desea imponerse y desterrar al Amado que le ha ganado el corazón.

 

2.      El alma entrada en contemplación sufre el descentramiento tan deseado, pues aún no alcanzado por completo, se sabe  retenida para la unión esponsal. Esa alma en tensión sólo encuentra reposo en el encuentro con Él.

 

3.      El alma encaminada a una unión más duradera, aun experimentando como el Señor trabaja para vaciarla completamente de sí, envuelta por dura noche, exclama su necesidad de ser visitada para no sucumbir.

 

4.      ¡Sé tú Amado mi refugio y mi amparo! ¡Socórreme cuando desfallezco! Así grita el alma y el Señor que la ama la visita con su inefable presencia y la alimenta con su gracia.

 

5.      ¡Oh, qué seguridad experimenta quien descansa en el mismísimo Señor del universo!

 

POESÍA DEL ALMA UNIDA 22

 

 

Ven sal de tu tierra

Ven hacia Mí

 

Tu voz como suave correntada de Agua

Tu voz como brisa del Alba

 

Yo te estaba esperando

Aguardé extenso en el tiempo

Mientras Tú desmontabas y talabas sin pausa

Hasta que se perdieran todas las cosas

 

Y a poco del jalón final te aceleraste

Me sorprendiste y me llamaste

Entonces pude verlo todo claro

Estoy solo

Porque soy tan pobre soy tan libre

¿Qué hago yo aquí?

 

Por delante un desierto verde

No el yermo de antaño

Cargado de combates y purificación

Sino este desierto verde de la Unión

 

Aquí uno se retira a que no pase nada

Si al fin ya todo está hecho en tu Cruz

 

Aquí uno se retira a descansar

Porque depositado en tus manos

No puede haber desasosiego

 

Ya no se busca algo

Sino que se atesora la santa desnudez

 

Aquí se contempla sereno

Que todo está en Ti

Que tu Providencia es sabia

 

Solo habrá que permanecer aquí

Acompañar caminantes

Ayudarles a trazar Contigo travesías

Y aguardar la verdadera Vida por delante

 

En este desierto verde de la Unión

Se vive un amor estable

Hasta que se pase de este mundo al Padre

Y la Paz sea colmada en Gloria

 

PROVERBIOS DE ERMITAÑO 29


 

CANTANDO CANTARES DEL ALMA 4



“Mientras el rey está en su diván, mi nardo exhala su perfume. Mi amado es para mí como una bolsita de mirra que descansa entre mis pechos.” (1,12-13)

 

1.      Cuando el Señor revela al alma su presencia reposada y tranquila en lo más hondo de ella, no puede menos que exhalar su perfume más original: su referencia absoluta al Amado, el reconocimiento cándido de su dependencia creatural.

 

2.      El Amado -cual escondido secreto que bulle, se derrama y se expande en el centro del alma-, se le ofrece, se le da, se le regala.

 

3.      ¡Oh, sí, el alma lleva en su centro la habitación del tesoro de donde brotan mercedes y florecen regalos que la tornan más semejante a su Amado!

 

4.      ¡Oh, olorosa Presencia, que tanto bien me haces, úngeme con tu néctar y sáciame de Ti, ya no quiero más vivir en mí sin Ti pues eres sólo Tú ya mi vivir!

 

5.      ¡Oh, Señor, escondido en lo secreto de mí, trueca el episodio, que quede yo escondido también en lo secreto de Ti!

  

CANTANDO CANTARES DEL ALMA 3

 


Llévame contigo: ¡corramos! El rey me introdujo en sus habitaciones: ¡gocemos y alegrémonos contigo, celebremos tus amores más que el vino! ¡Cuánta razón tienen para amarte!” (1,4)

 

1.      Es frecuente que un alma contemplativa pida a su Señor que la lleve consigo, que la lleve más con Él, que la haga capaz de una unión más íntima y duradera.

 

2.      El caminar contemplativo supone dejarse conducir el alma por su Señor a distintas habitaciones de la morada interior, hasta que quizás un día sea introducida en la habitación central donde se sirve el más precioso néctar: el culmen de la unión.

 

3.      ¡Oh, cuánta razón tienen para amarte Amado mío! ¡Tu amor indecible e inefable vale más que la propia vida! ¡Tu amor, Señor, qué gran tesoro!

 

4.      ¡Oh, todo por tu amor! ¡Pago el precio absoluto de mi vida por unirme a Ti, Amado y Hermoso Señor!

 

5.      ¡Oh, pago el precio de mi vida para que te conozcan, te saboreen y te den a luz todos los hermanos y hermanas que te buscan por innumerables caminos!

 

6.      ¡Oh, qué no haría yo para que todos gozaran de tan alto amor!

 

7.      ¡Oh, Señor, dime qué hacer para ayudarte a enamorar y cautivar la vida de todas tus humanas creaturas!

 

 

CANTANDO CANTARES DEL ALMA 2

 



Porque tus amores son más deliciosos que el vino; sí, el aroma de tus perfumes es exquisito, tu nombre es perfume que se derrama: por eso las jóvenes se enamoran de ti.” (1,2b-3)

 

1.      ¿Cómo no embriagarse el alma si disfruta del Sumo Bien, fuente y efluvio de todos los bienes? Quien ha experimentado una caricia, un toque, una mirada amorosa del Amado sabe que el alma queda fuera de sí ante tanta delicia.

 

2.      Causa un gran gozo en el alma el experimentar que su pequeña y frágil vasija es incapaz de contener tanto derroche. El amor de Dios embriaga tanto que desmaya, saca de sí, cautiva.

 

3.      El amor de Dios sobreabundante y excedente no puede sino derramarse de la vasija del alma, ya que no hay continente que pueda contener a tal Señor.

 

4.      El alma  sobrepasada y atravesada por tanto amor queda embriagada y olorosa en Él. El amor del Amado la tiene secretamente transformada, y perdida en Él lleva de Él su vino y su perfume.

 

5.      ¡Oh, qué maravilla este amor más delicioso que el más sabroso de los vinos y  más perfumado que el más aromado elixir! ¡Oh, cuán favorecida el alma que queda por él ungida... ya se dirá de ella que es toda una reina desposada!

 

6.      Cuando Dios disponga, quedará prendada el alma del más grande amor por su Amor que todo lo llena y lo sacia, fuente y culmen de todo, donde se sostiene todo en dependencia secreta que invita a la unión.

 

7.      ¡Oh Amor tan amado, no tardes! ¡Ven pronto a arrebatarme y elevado en tu llama hazme más semejante a Ti, que yo contigo quiero arder y dar de Ti y de mí, por Ti y en Ti!

 

PROVERBIOS DE ERMITAÑO 24


 

CANTANDO CANTARES DEL ALMA 1

 



“¡Que me bese ardientemente con su boca!” (Ct 1,2a)

 

1.      Quien contempla tiene su alma encendida e incendiada y la ve tan llena de Amor. Pero éste su amor no es suyo sino llama vibrante que la quema y la hiere, llama que le trajo la flecha punzante que la ha atravesado toda entera.

 

2.      Quien contempla tiene su alma inflamada y ya desnuda sin rastro de vergüenza ante el Señor. Y Dios incita al alma a pedir el don de la unión.

 

3.      Si una caricia la puso en fuga, si una mirada la desnudó y la dejó en tinieblas, si un toque la atravesó hiriéndola y transformándola, ahora quiere el alma pasar del noviazgo con todos sus raptos y pruebas a una unión más duradera.

 

4.      Desea el alma que apure su Amado el tiempo de la noche, que descargue ya todos sus trabajos y cauterios y flechas, que la vacíe ya, que la tome ya, que la haga morir ya para gozar de la unión, de la participación serena y total en cuanto en esta vida es posible de su Ser.

 

5.      ¿Qué quiere el alma enamorada? ¡Ay, que la rapte tanto que ya no pueda más que vivir enteramente raptada para siempre! ¡Ay, que la introduzca tanto en su muerte y su sepulcro que ya no viva más que resucitada!

 

6.      ¡Que se apaguen todas las fascinaciones de este mundo y ya no vuelvan a encenderse! ¡Que se mueran los quereres y que no quede otro querer más que el del Amado hecho uno con el querer del alma!

 

7.      ¿Y si no se esperara la dulcísima meta del beso de la unión cómo podría el alma soportar la dolorosa purificación que en la noche del capullo realizará el Amado para que pueda recibirlo?

 

8.      Exclama el alma: ¡Sí, apura todos tus trabajos, cauterios y flechazos; apura las pruebas, mortificaciones y contradicciones; apura todo el dolor de la noche hasta la altura de la Cruz y luego bésame, oh Señor, con el beso bendito de tu boca!

 

POESÍA DEL ALMA UNIDA 35

  Oh Llama imparable del Espíritu Que lo deja todo en quemazón de Gloria   Oh incendios de Amor Divino Que ascienden poderosos   ...