“Las aguas torrenciales no pueden
apagar el amor, ni los ríos anegarlo.” (8,7)
1.
La
contemplación está llena de tiempos a veces extensos de experiencia de estar
sólo con Dios y como si todo lo demás no existiera, o más bien, como si
existiera ocultando y cantando este encuentro maravilloso en amor.
2.
El contemplador
por esos espacios de luz en la honda extensión de la noche, así como por el
testimonio de quienes lo precedieron en este camino y don de la contemplación,
cree y espera, con fe y esperanza atravesadas de amor, la unión definitiva,
primicia de la Pascua Eterna.
3.
El alma sabe
por el amor que la penetra, que cuando el Amado lo deje caer en este estado ya
nada ni nadie podrán arrancarlo de Él, habitará en Él y será de Él para
siempre.
4.
El contemplador
en la unión esponsal, habrá alcanzado el ser del hombre que no es otro que ser
amor por Amor, haciéndose uno con aquel Uno en Tres que no es más que Amor sin
principio ni fin, inagotable e ilimitadamente comunicativo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario