CONVERSACIONES SUBIENDO AL MONTE 4 (2022)
DESPRECIO
“...
procurar obrar en su desprecio y desear que todos lo hagan
procurar
hablar en su desprecio y desear que todos lo hagan
procurar
pensar bajamente de sí en su desprecio y desear que todos lo hagan…” (SMC L1, Cap.13,9)
Estimadísimo Padre
San Juan de la Cruz, tú como todos los santos sabes, que es la humildad la gran
guardiana de las demás virtudes. Porque cuando se pierde la humildad todo
empieza a arruinarse y se va desmoronando.
Te confieso que desde
joven, profundamente impactado por la persona de San Francisco de Asís, se me
grabaron en mi corazón estas palabras suyas: “Dichoso el siervo que no se tiene por mejor cuando es engrandecido y
enaltecido por los hombres que cuando es tenido por vil, simple y despreciable,
porque cuanto es el hombre ante Dios, tanto es y no más.” (Admonición 19)
¿Quién nos pondrá el
precio justo que valemos sino el Señor, verdad?
Pero por mis días,
como te vengo insistiendo, tu sabiduría parece una locura. Que yo no veo a muchos
en general bajarse el precio sino todo lo contrario, inflarlo más y más. Andan
sacando pecho y cantando loas de sí mismos. Reina una pavorosa prepotencia de
vanagloria entre nosotros. Y es habitual que mis coetáneos quieran parecer más
de lo que verdaderamente son. Apariencias, culto a la grandilocuencia y tantos
pies de barro. Cuando la verdad de sí mismos emerge solo les queda la vergüenza
o el descaro.
¿Desprecio de sí?
Obviamente no de un modo enfermizo, porque los hay que no se quieren nada y se
viven castigando. Pero por supuesto que es necesario un sano realismo sobre la
propia condición. Una aceptación, delante de Dios, de la luz y la oscuridad que
vive en nosotros. Un hacernos cargo de los vicios y pecados que evidentemente
son nuestros, enteramente nuestros. Y un dar gracias a Dios por cuanto de
virtuoso y bueno hallemos porque es Suyo, y solo en Él tienen su fuente tanta
belleza y talentos con que fuimos regalados.
El principio de esta
sabiduría es pues dejarse conocer por Dios. “Cuanto
es el hombre ante Dios, tanto es y no más.” Por tanto el discípulo humilde
no infla el pecho cuando lo elogian ni se deprime o enfurece cuando lo difaman; porque
sabe bien quién es y lo sabe delante de su Señor. Se deja conocer por Dios y al
conocerlo Dios, él mismo se conoce en su mirada de Padre.
¿Por qué deben
dolernos los desprecios y las humillaciones que nos hagan? O porque no nos
conocemos y aceptamos tal cual somos delante de Dios y de nuestra conciencia. O
porque descubrimos que nos engañábamos, y apartados de la humildad, estábamos buscando
presumir de nosotros y justo ahora nos arruinan la cosa manchando nuestra buena
fama que con tanto esfuerzo construimos.
Pero en verdad porque
aún no hemos sido curados de raíz, por eso aún nos resentimos con nosotros
mismos al sorprendernos en nuestras vilezas. Más bien solemos evadirnos y nos
distraemos largamente en fabulaciones de honra y de poder, ensoñación de nuestro
encumbramiento glorioso al modo del mundo. Y para nada hallamos remedio –cuando
lo hay y poderoso- en los desprecios que nos hacen, pues aunque sean injustos y
ofensivos no dejan de ubicarnos donde debemos permanecer: en la Cruz junto al Despreciado
por todos.
Yo me daría a mí
mismo estos consejos:
- Vivir
bajo la mirada verdadera del Señor que me hace libre y obsequia tanto sano
conocimiento como serena aceptación de mí mismo.
- Meditar
asiduamente su Pasión que me fortalece en humildad y hace crecer la
Caridad abrazando la Cruz como el único camino.
- Abrirme
por entero y suplicar que derrame su Amor de Misericordia que Santifica. Porque
solo lleno de su Amor sabré quien soy y veré todo luminosamente claro.
Querido Fray Juan, ya
pronto seguiremos dialogando espero, sobre un camino excelente para crecer y madurar
en santidad: la vida contemplativa.
Por suerte el Señor que nos habita nunca se olvida de cerrar la puerta de la casa para que no pensemos en dejar lo comenzado Eclo 3,26 Pero es tan considerado que deja ver por las ventanas abiertas... No se a veces pienso en saltar a travez de las ventanas en busca de nuevos horizontes.
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