DIÁLOGO VIVO CON SAN JUAN DE LA CRUZ 45

 




CONVERSACIONES SUBIENDO AL MONTE 45


PEDAGOGÍA ESPIRITUAL PARA INICIADOS

 

 “Para encaminar a Dios el espíritu en este género, conviene advertir que a los principiantes bien se les permite y aun les conviene tener algún gusto y jugo sensible acerca de las imágenes, oratorios y otras cosas devotas visibles, por cuanto aún no tienen destetado y desarrimado el paladar de las cosas del siglo, porque con este gusto dejen el otro.

Pero para ir adelante también se ha de desnudar el espiritual de todos esos gustos y apetitos en que la voluntad puede gozarse.

Porque el puro espíritu muy poco se ata a nada de esos objetos, sino sólo en recogimiento interior y trato mental con Dios; que, aunque se aprovecha de las imágenes y oratorios, es muy de paso, y luego para su espíritu en Dios, olvidado de todo lo sensible.” (SMC L3, Cap. 39,1)

 

Estimadísimo padre y hermano Fray Juan de la Cruz, ya al final de esta obra de la Subida al Monte –que cierra abruptamente como inconclusa- nos regalas bellas páginas acerca del proceso espiritual retrotrayéndonos al comienzo del camino.

Aunque a muchos disguste la clásica clasificación –iniciados, adelantados y perfectos-, haciendo uso de humildad es totalmente sano intentar ubicarnos en las etapas del camino. Los principiantes en la vida espiritual aún requieren mucho de lo sensible y pasar de lo sensitivo mundano a lo sensitivo espiritual. Y Dios habla el lenguaje que podemos escuchar. ¿Es papilla para bebes? Lo es, pero aún no podemos digerir más.

Ahora bien, para poder crecer habrá que dejar atrás los gustos sensibles y ciertamente Dios va a retirar ese estilo trayendo la aridez del desierto. Este es un punto crucial y difícil de elaborar, más que nada en nuestros días tan emocionalistas. Grandes son las resistencias a no poder ya saborear en la vida interior jugos sensibles. Pero sin dar este paso no se podrá madurar el recogimiento interior y el trato mental con Dios y toda la devoción religiosa quedará atada a lo exterior, corpóreo y tangible sin profundidad.

Pondré un ejemplo delicado. Personalmente favorezco cuanto puedo la Adoración Eucarística pero a veces tengo reparos. Hay gente que me dice que no es lo mismo adorar al Señor en el sagrario a que la puerta del tabernáculo se encuentre abierta y visible el copón o expuesto el Santísimo Sacramento sobre el altar en la custodia. ¿Acaso Cristo está más o menos presente en todas esas circunstancias o permanece el mismo Cristo? Evidentemente el fenómeno percibido humanamente es distinto pero la realidad de su Presencia la misma. Y sin embargo una vez expuesto su Cuerpo sobre el altar las personas cierran los ojos y se concentran en su interior. ¿Entonces? ¿No debieran según su lógica previa permanecer con los ojos abiertos y fijos en Él durante todo el tiempo de la adoración? Otros me dicen que no tiene la misma eficacia su oración si la Eucaristía se encuentra expuesta o reservada. ¿Es así o lo que cambia es nuestra percepción? ¿Esa sensibilidad nuestra no depende de nuestro proceso de maduración espiritual en la fe? Y si un día te encontrases largo tiempo imposibilitado de estar en un oratorio, frente a una imagen religiosa o al Santísimo Sacramento, aislado en un desierto sin nada más que silencio y soledad… ¿no podrías encontrarte con tu Dios? ¿Acaso Él no te inhabita?

Salvando el sentido que la Iglesia siempre le ha dado al uso devoto de las imágenes y símbolos como a la exposición pública de la Eucaristía, lo cual no está en cuestión ni es el tema referirnos a ello, el Señor Jesús nos invitó a rezar retirándonos a nuestra celda, a lo secreto y escondido donde solo el Padre ve. Hay pues un recogimiento interior por alcanzar.

 

“Y por eso es bueno lugar solitario, y aun áspero, para que el espíritu sólida y derechamente suba a Dios.”  (SMC L3, Cap. 39,2)

 

“…desnudez interior, que es la pobreza espiritual en negación de todas las cosas que puedes poseer.” (SMC L3, Cap. 40,1)

 

Como el niño primero conoce y entiende desde lo tangible y concreto y solo tras madurar su cognición puede realizar operaciones de abstracción, así el orante parte de experiencias más sensitivas y corpóreas con uso de representaciones exteriores hasta que pueda crecer hacia una mayor interiorización. Quedarse en lo primero y no querer dar el paso a lo segundo sería negarse a madurar. Lamentablemente a veces en la comunidad creyente no se hallan fácilmente testimonios y alicientes al crecimiento sino la tentación de quedarnos en un estado pueril.

 

“Debes, pues, para purgar la voluntad del gozo y apetito vano en esto y enderezarlo a Dios en tu oración, sólo mirar que tu conciencia esté pura y tu voluntad entera en Dios, y la mente puesta de veras en él; y, como he dicho, escoger el lugar más apartado y solitario que pudieres, y convertir todo el gozo de la voluntad en invocar y glorificar a Dios; y de esotros gustillos del exterior no hagas caso, antes los procures negar. Porque, si se hace el alma al sabor de la devoción sensible, nunca atinará a pasar a la fuerza del deleite del espíritu, que se halla en la desnudez espiritual mediante el recogimiento interior.” (SMC L3, Cap. 40,2)

 

Fray Juan, no hacen falta demasiados comentarios, eres tan claro. “Guarda tu interior para la unión con Dios”, les diría yo.  Pues al fin y al cabo toda la oración se encamina a la comunión por el amor con su Señor como nuestra vida al Cielo. “Permanecer enteros en Dios” será la Gloria y es la dirección del sendero de vida en el Espíritu como su cumbre. Guardar mente y corazón para entregarlo al Amado y Esposo sin reservas. Pero para eso es necesario “retirarse hacia adentro, hacia lo profundo”, hacia tierras más escondidas y secretas que los umbrales iniciales de los ejercicios piadosos con sus gustos sensibles y prácticas externas. He notado en verdad que dar este paso provoca miedo y da desconfianza dejar lo que se tiene seguro en la mano por los tesoros prometidos pero aún inciertos que están por delante.

 

“Nunca llegará al recogimiento interior del espíritu, que consiste en pasar de todo eso, y hacer olvidar al alma todos esos sabores sensibles, y entrar en lo vivo del recogimiento del alma, y adquirir las virtudes con fuerza.” (SMC L3, Cap. 41,1)

 

“Se les acaba la vida en mudanzas de estados y modos de vivir; que, como sólo tienen aquel hervor y gozo sensible acerca de las cosas espirituales, y nunca se han hecho fuerza para llegar al recogimiento espiritual por la negación de su voluntad y sujeción en sufrirse en desacomodamientos, todas las veces que ven un lugar devoto a su parecer, o alguna manera de vida, o estado que cuadre con su condición e inclinación, luego se van tras él y dejan el que tenían. Y como se movieron por aquel gusto sensible, de aquí es que presto buscan otra cosa, porque el gusto sensible no es constante, porque falta muy presto.” (SMC L3, Cap. 41,2)

 

Lo sabemos, mi estimado hermano y amigo, hay quienes se resisten a pagar el precio de la desnudez desértica del silencio. Así se vuelven aficionados y adictos a “golosinas de espíritu” como tú las llamas. Y como en este estadio inicial las experiencias son efímeras y los gustos se desgastan rápido, se pasan su vida cristiana saltando de gusto a gusto y de novedad en novedad para no quedarse vacíos pero sin jamás pasar de la papilla al alimento sólido. Lo que saborean pronto se les pone desabrido y buscan remplazarlo por otro pasajero placebo en vez de aceptar el remedio verdadero. Sin la negación de sí para ofrecerse a Dios, sin el lenguaje de la Cruz, jamás irán adelante. Como siempre, hay que morir para vivir.

 

“Los gozos inútiles y la propiedad imperfecta que acerca de las cosas que habemos dicho muchas personas tienen, por ventura son algo tolerables por ir ellas en ello algo inocentemente; del grande arrimo que algunos tienen a muchas maneras de ceremonias introducidas por gente poco ilustrada y falta en la sencillez de la fe, es insufrible.” (SMC L3, Cap. 43,1)

 

Tristemente siempre han proliferado en la Iglesia que peregrina en la historia los vendedores de baratijas y de consuelos fáciles. Porque a la cómoda inmadurez de algunos conviene la oferta de mediocridad de otros.

 

“Muchas personas el día de hoy con devoción indiscreta usan, poniendo tanta eficacia y fe en aquellos modos y maneras con que quieren cumplir sus devociones y oraciones, que entienden que si un punto faltan y salen de aquellos límites, no aprovecha ni la oirá Dios, poniendo más fiducia en aquellos modos y maneras que en lo vivo de la oración, no sin gran desacato y agravio de Dios.” (SMC L3, Cap. 43,2)

 

Y aunque parezca un desatino debemos comprender que a veces los ejercicios piadosos pueden concluir siendo impíos. Porque en el fondo terminan siendo una falsa seguridad idolatrada, una negación a crecer y una cómoda superficialidad que no exige mayor transformación interior. A los iniciados se les debe anunciar que renuncien a los gustos fáciles y a los consuelos sensibles y que abracen firmes la pobreza silenciosa de la Cruz. Sin desierto no hay camino que se abra hacia lo interior y profundo donde Dios nos habita y espera para el abrazo de la comunión.



PROVERBIOS DE ERMITAÑO 137


 

PROVERBIOS DE ERMITAÑO 136


 

POESÍA DEL ALMA UNIDA 34

 




Exquisita fragancia que asciende

Tú vives en mí

Eres mi secreto tesoro

 

Suave aroma que impregna

Tu rastro sutil e indeleble

Todo lo unge

 

Es verdad que Tú eres un Dios escondido

Misterio tan alto y excelso que trasciende

Y tan humilde y condescendiente que inhabita

 

Maravilla de Amor

Santidad que refulge

Misericordia que eleva

 

Palpitas y lates en lo profundo del alma

Convocas seduces atraes y llamas

Invitas a celebrar la Unión que transforma

 

Oh mi Huésped silencioso sereno y amable

Mas bien mi Hospedero que me espera en el umbral

Arras de Gloria me entregas Amado y Esposo

 

Exhala pues tu perfume

Recuérdame siempre que Tú

Eres más interior a mí que yo mismo

 


PROVERBIOS DE ERMITAÑO 135


 

DIÁLOGO VIVO CON SAN JUAN DE LA CRUZ 44




CONVERSACIONES SUBIENDO AL MONTE 44


LOS BIENES ESPIRITUALES QUE DAN GOZO A LA VOLUNTAD. IMÁGENES Y RETRATOS. Advertencias y peligros.

 

“Así como las imágenes son de gran provecho para acordarse de Dios y de los santos y mover la voluntad a devoción usando de ellas (por vía ordinaria), como conviene, así también serán para errar mucho si, cuando acaecen cosas sobrenaturales acerca de ellas, no supiese el alma haberse como conviene para ir a Dios. Porque uno de los medios con que el demonio coge a las almas incautas con facilidad y las impide el camino de la verdad del espíritu, es por cosas sobrenaturales y extraordinarias. Porque el astuto demonio, en esos mismos medios que tenemos para remediarnos y ayudarnos, se procura disimular para cogernos más incautos.” (SMC L3, Cap. 37,1)

 

Querido Fray Juan es de esperar que cuando se juntan una conciencia religiosa infantil y algo que le parezca a ella sobrenatural y extraordinario, sobrevengan malas interpretaciones. Las englobaría a todas bajo el tópico de “superstición y magia”. Así los pueblos en estadios primitivos suelen adjudicar sobrenaturalidad a fenómenos climáticos y cósmicos con la subsiguiente adoración animista de la  naturaleza. La capacidad de concebir un Dios trascendente, único y eterno no es inmediatamente disponible al desarrollo humano. De hecho los niños en su religiosidad siguen pendientes de los elementos materiales y las realidades tangibles; solo cuando su esquema cognitivo alcance la madurez de la abstracción podrá dar un paso de mayor espiritualización.

En mis días se puede vislumbrar por ejemplo, cierto retorno del paganismo bajo diversas modas esotéricas, que hacen habitual el encuentro con personas adultas –a veces incluso con alguna formación académica- que sostienen creencias que los dejan rehenes de secretas fuerzas superiores y energías no ordinariamente manejables.  Ha retornado pues un tiempo de adivinos y brujos.

Porque la fe personal no solo requiere de la maduración del intelecto sino también de la vida afectiva. El crecimiento humano es proporcional al paradigma religioso que se sustenta. La espiritualidad, en tanto esa mirada englobante de la realidad desde la contigüidad al Misterio por el enriquecimiento de la vida teologal -fe, esperanza y caridad-, también atraviesa etapas de desarrollo.

 Por eso en la llamada “religiosidad popular” –a veces tan sobrevalorada- existen elementos de fervor religioso importantes pero aún básicos y múltiples prácticas que denotan necesidad de purificación y maduración de la fe. Tras el cándido fervor admirado no pocas veces se esconde una infantil dependencia de amuletos y fetiches. En este sentido el uso religioso de imágenes, retratos e incluso sacramentales en la devoción no están exentos de discernimiento acerca de ciertos presupuestos mágicos y supersticiosos que puedan persistir. No se trata en principio de una idolatría –como gustan de acusarnos otros cristianos a los católicos- sino de una inmadurez religiosa que debe ser orientada y acompañada para su purificación.

La fe crece y madura entre otras cosas por una adecuada educación. La vida misma tantísimas veces, con todas sus circunstancias –sobre todo con la experiencia de la contradicción, del sufrimiento y del mal-, nos dará múltiples oportunidades para pulir, profundizar y madurar la fe poniendo en crisis nuestras interpretaciones insuficientes.

 

“Por tanto, para evitar todos los daños que al alma pueden tocar en este caso, que son: o ser impedida de volar a Dios, o usar con bajo estilo e ignorantemente de las imágenes, o ser engañado natural o sobrenaturalmente por ellas… también para purificar el gozo de la voluntad en ellas y enderezar por ellas el alma a Dios, que es el intento que en el uso de ellas tiene la Iglesia, sola una advertencia quiero poner que bastará para todo, y es que, pues las imágenes nos sirven para motivo de las cosas invisibles, que en ellas solamente procuremos el motivo y afección y gozo de la voluntad en lo vivo que representan.” (SMC L3, Cap. 37,2)

 

Querido Doctor nos recuerdas bien que el uso en la Iglesia de las imágenes religiosas apunta a que el alma se dirija a Dios y la persona distinga lo vivo que representan. Y justamente aquí se debe mostrar la caridad de la Iglesia con sus fieles ayudándoles a discernir las motivaciones que sostienen sus ejercicios piadosos y comprometiéndose pacientemente en una auténtica formación espiritual. Siempre será más fácil sucumbir a la tentación paternalista de bendecirlo todo, a la verdadera paternidad de acompañar corrigiendo y exhortando a crecer.

 

“Se engañan a veces harto, pensando que ya están llenos de devoción porque se sienten tener el gusto en estas cosas santas, y, por ventura, no es más que condición y apetito natural, que, como se ponen en otras cosas, se ponen en aquello.” (SMC L3, Cap. 38,1)

 

“La propiedad y asimiento y apetito que tú tienes en estos ornatos y atavíos exteriores, de tal manera te engolfan el sentido, que te impiden mucho el corazón de ir a Dios y amarle y olvidarte de todas las cosas por su amor.” (SMC L3, Cap. 38,2)

 

Como el niño debe pasar de lo tangible y concreto a lo abstracto para que su paradigma cognitivo se desarrolle, así también los cristianos desde el uso de imágenes, retratos e incluso sacramentales debiéramos remontarnos y volar hacia las realidades celestiales y eternas. Un proceso de creciente interiorización y espiritualización no debiera entenderse como una evasión de la encarnación y de la temporalidad sino como su deseable reconducción teleológica hacia el Misterio. El Verbo de Dios se hizo hombre para que el hombre pudiese realizar su vocación divina.  


PROVERBIOS DE ERMITAÑO 134


 

PROVERBIOS DE ERMITAÑO 133


 

POESÍA DEL ALMA UNIDA 33

 






Como lirio del desierto

Como amapola de la estepa

Crece tu Reino

 

No nos falta

El Pan de Dios

Cada día en el camino

 

Tu Fidelidad invicta

Sostiene nuestra vida

En el cimiento de la Cruz

 

Tu Espíritu mana

Regando nuestra tierra

Y desbordando la sacia con gozo

 

Recortada en las tinieblas

Tu Luz crece y se expande

¡Oh cálida y alegre esperanza!

 

Un alma entregada a la oración

Se une en silencio a su Esposo

Y se transforma en un vergel

 

Un corazón con hambre y sed

De tu Palabra poderosa firme y eficaz

Refulge serenamente luminoso en toda noche

 

Sobre un altar escondido y pobre

El Pan que baja del Cielo

Da Vida al mundo

 

Y todo ello está a la mano

Disponible y gratuito

Para quien lo reciba y tome

 

Una flor en el yermo

Se abre inesperada

Y exhala su perfume

 

Multitud de ellas se abren cada día

Crece tu Reino

Ante la mirada de la fe

 

Una fe que reina amada y amante

Junto al lirio del desierto milagroso

Y la maravillosa amapola de la estepa





PROVERBIOS DE ERMITAÑO 132


 

PROVERBIOS DE ERMITAÑO 131


 

DIÁLOGO VIVO CON SAN JUAN DE LA CRUZ 43

 


CONVERSACIONES SUBIENDO AL MONTE 43


LOS BIENES ESPIRITUALES QUE DAN GOZO A LA VOLUNTAD. IMÁGENES Y RETRATOS.

 

“A cuatro géneros (de bienes) podemos reducir todos los que distintamente pueden dar gozo a la voluntad, conviene a saber: motivos, provocativos, directivos y perfectivos… Los motivos, que son: imágenes y retratos de Santos, oratorios y ceremonias.” (SMC L3, Cap. 35,1)

 

Estimadísimo Fray Juan, nos enseñas que son de cuatro tipos los bienes espirituales que alientan gozo en la voluntad. Comencemos pues por las imágenes.

 

“Y cuanto a lo que toca a las imágenes y retratos), puede haber mucha vanidad y gozo vano, porque, siendo ellas tan importantes para el culto divino y tan necesarias para mover la voluntad a devoción, como la aprobación y uso que tiene de ellas nuestra Madre la Iglesia (muestra), (por lo cual siempre conviene que nos aprovechemos de ellas para despertar nuestra tibieza), hay muchas personas que ponen su gozo más en la pintura y ornato de ellas que no en lo que representan.” (SMC L3, Cap. 35,2)

 

Ciertamente pones reparo en que nuestra forma de servirnos de ellas sea demasiado superficial y que nos quedemos en la sola visualización de su aspecto exterior –mirándolas como una obra artística- y no reparemos en el misterio de fe que representan.

 

“El uso de las imágenes para dos principales fines le ordenó la Iglesia, es a saber: para reverenciar a los Santos en ellas, y para mover la voluntad y despertar la devoción por ellas a ellos; y cuanto sirven de esto son provechosas y el uso de ellas necesario.” (SMC L3, Cap. 35,3)

 

Por eso la imagen religiosa debe tener cierta mínima calidad artística que mueva a la devoción, representando con belleza y facilitando el movimiento de la piedad. Dicho sea de paso en mis días, ese tipo de imágenes religiosas son onerosas económicamente y generalmente se encuentran en los templos y oratorios más antiguos e importantes. El pueblo fiel accede a imágenes comercializables que no pocas veces son más bien un obstáculo por su baja calidad de producción.

 

“La persona devota de veras en lo invisible principalmente pone su devoción, y pocas imágenes ha menester y de pocas usa… si se las quitan, se pena muy poco; porque la viva imagen busca dentro de sí, que es Cristo crucificado, en el cual antes gusta de que todo se lo quiten y que todo le falte. Hasta los motivos y medios que llegan más a Dios, quitándoselos, queda quieto. Porque mayor perfección del alma es estar con tranquilidad y gozo en la privación de estos motivos que en la posesión con apetito y asimiento de ellos.” (SMC L3, Cap. 35,5)

 

Aquí pues la gran advertencia: el modo de uso de las imágenes religiosas puede ser un buen parámetro de discernimiento acerca del proceso de maduración de la fe personal. Como los niños hasta cierta edad no son capaces de realizar razonamientos que supongan la abstracción intelectual y por tanto todo su conocimiento se basa en lo tangible y concreto, así hay personas devotas que sin imágenes piadosas exteriores no encontrarían en su corazón impulso para la piedad. Se las debe mover por fuera pues por dentro la motivación es escasa. Vale decir, su vida interior es pobre y poco cultivada.

Nos acercamos Fray Juan a esta temática análogamente. Cuanto más la oración se vaya interiorizando el fiel sacará menos provecho de representaciones exteriores y más de las internas como el niño que pasa del pensamiento concreto al abstracto. Y cuando el orante va entrando en quietud –o sea en recogimiento interior infuso- ya va dejando atrás no solo recitaciones, meditaciones y otros medios más activos, sino también representaciones interiores; de hecho intentar volver a todo ello le disturba más que ayudarle. Así el creyente que va enriqueciéndose interiormente usa menos de imágenes piadosas exteriores o representaciones internas y se siente volcado a retirarse a la profundidad escondida donde sabe que Dios lo habite y gusta de su Presencia viva dentro de sí. Que claramente es muy superior el encuentro con el Dios que inhabita que la devoción que surja de la percepción de imágenes religiosas talladas por manos de hombre por valiosas artísticamente y bellas que fuesen o de representaciones internas vía la imaginación o fantasía. Es de sentido común quedarse con la realidad y no con sus representaciones.

 

“Tenga por cierto el alma que, cuanto más asida con propiedad estuviere a la imagen o motivo, tanto menos subirá a Dios su devoción y oración.” (SMC L3, Cap. 35,6)

 

Por tanto el consejo es aprovecharse de imágenes y retratos religiosos como un medio muy inicial de impulso de la devoción y piedad pero no quedarse en ellas sino más bien ir siempre más hacia el interior por el recogimiento sobre sí en la búsqueda del Dios que nos habita. Seguramente será más rico y hondo el movimiento de devoción frente a una imagen religiosa que brota de un corazón trabajado por la Gracia que desde sí mismo conecta con la representación mediante el rico bagaje de su vida interior, que quien falto de profundidad espiritual mendiga de una imagen religiosa le transmita aquello que no tiene en sí mismo.

 

“Como haya devoción y fe, cualquiera imagen bastará; mas si no la hay, ninguna bastará.” (SMC L3, Cap. 36,3)

 

 

POESÍA DEL ALMA UNIDA 32

 



Cuando los días sobran

Será quizás  entiendo

Porque se han cargado en exceso

De temporalidad

Vaciándose de Cielo

De cuanto es terráqueo

En olvido de Eternidad

Se ha roto pues el camino

Y la peregrinación nos lleva

A ninguna parte

 

Cuando los días sobran

Se vuelven

Fatigosos

Inútiles

Pesados

Vacíos

Resbalan sin cesar

Como las horas que corren

En puro desgaste

 

Cuando los días sobran

El sentido de la vida es débil

La superficialidad abunda

Y la acedia lo ha tornado

Todo insulso

 

Cuando los días sobran

Paradójicamente nos parece que faltan

Pero no son pocos los días

Es poca la sustancia en la que se sostienen

 

Cuando los días sobran

Dios está ausente

Aunque admito otras razones

 

Cuando los días le sobran al justo

Que por sendas de Sabiduría se afirma

Es que su entorno se halla corrupto

Y la decadencia

Virulentamente se ha elevado

A grados tan paroxísticos

De mundanal desenfreno

Que casi todo parece perdido

Como irremontable

El caudaloso y turbio río de pecado

Que la cerrazón del corazón ha desatado

 

Cuando los días le sobran al justo

Por la infestación del mal

Que crece sin límite

Al cual seguramente

Ha señalado con coraje en profecía

Y combatido sufriente en virtud

Solo le queda emigrar a otra tierra

Donde los días puedan encontrar condiciones

Para llenarse de Vida Divina

 

Finalmente

Cuando los días le sobran al místico

Es que Dios se le ha acercado tanto

Que ya no vive ni palpita en esta tierra

Sino que habita pasando la orilla

 

 

 

PROVERBIOS DE ERMITAÑO 126


 

PROVERBIOS DE ERMITAÑO 125

 


POESÍA DEL ALMA UNIDA 31

 



En esta hora de trasiego

No quisiera yo escribir

Una canción de atardeceres

Sino  una límpida y pura

Melodía de esperanza

 

Sin embargo se levantan

La endecha y la elegía

Y se me solicita sollozar lamentaciones

Por aquella mujer que se ha perdido

 

Supo ser esposa y madre

Pero cayó

Tristemente subyugada

En los brazos numerosos

De sus pérfidos amantes viles

 

Se entregó pues la pobre al desvarío

Y no hubo amigo del Esposo

Que al acercársele

Lograra administrarle medicina

O devolverla a su recuerdo santo

 

Por tanto ahora en mi partida

Comprendo la tarea por delante

            Iré por los caminos preguntando

¿Saben dónde hallar

Díganme se los ruego

A la esposa de mi Amigo?

 

Ojalá la redescubra

Allende donde me dirijo

            Así tendré contento

Al contemplarla desposada

Entre los brazos del Amado

 

Oh Iglesia mía

Oh esposa Suya

            No una canción de atardeceres

Sino una límpida y pura

Melodía de esperanza

 

DIÁLOGO VIVO CON SAN JUAN DE LA CRUZ 45

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