Recluso de Dios
Cierra tus ventanas
Y tus puertas también
Quédate en silencio
Y a oscuras
Recluso de Dios
Huye y calla
De la banalidad mundana
Aíslate
Que tu Esposo lo es todo
Recluso de Dios
Apártate del ajetreo
Entra en santa quietud
Vive establemente
En el umbral de la Unión
Recluso de Dios
Sé pobre y humilde
Desaparece cuanto puedas
Ocúltate hacia el anonimato
Que nadie te note ni extrañe
Recluso de Dios
Exorciza los demonios
Con penitente oración
Con sacrificio sereno
Y con muerte en su Cruz
Recluso de Dios
Sostén a la Iglesia
Y al mundo de los hombres
Sin que nadie perciba
Tu entrega en la noche
Recluso de Dios
Bendice hospedando
Bendice aquietando
Bendice intercediendo
Bendice uniendo al Señor
Recluso de Dios
Enciende la llama
Del holocausto sagrado
Y en la soledad de tu eremo
Levanta tu corazón inmolado
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