Quien ya vive sumergido
En la noche de la Unión
Allí ilumina
Ciertamente
Y tan solo anochecidos
Podrán
verle
Refulgir
Porque aquí sucede todo
En el reverso
De cuanto es esperable
Donde el
mundo
Nunca se detiene
Porque es valioso
Solo en cuanto inútil
Y aquilatado en gratuidad
La noche del Yermo
Es un inmenso Don
Para crucificados
Y nadie
entra aquí
Sin haberse entregado
Por completo
Pues quién aún se busca a sí mismo
Tiene cerrado el Camino
De la Vida
A menudo pues me fugo
Hacia lo escondido bendito
Pues
obligado a salir
Hacia la
superficialidad
Y a convivir con tanta
Exasperante vacuidad
Asfixiado por el hedor
De las vanidades mundanas
No me queda más que retornar
Cuanto más rápido sea posible
Al resguardo de la noche
Solo quiero que me dejes habitar
Esta preciosa Ermita de la Cruz
Fuera de la cual
Nada es real
Ni verdadero
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