Andar y provocar. Sobre el inicio de la contemplación





"Cantar de amadores. Sobre el inicio de la contemplación." (2019)

 

Contemplar es andar en amor.


 

El que en amor anda transido

en amor se halla vagando

y en amor se encuentra herido

por ardores inflamado.

 

El que en amor vive encendido

en amor anda engendrando

y tras amor va peregrino

en todo sitio enamorando.

 

Quiera el alma venturosa

darse más a su Señor

para así ser en el mundo

rostro del amor.

 

           


Contemplar es andar en amor.

            Un andar en amor que es andar transido por la angustia de no contar con ese amor; angustia suave y profunda, dulce y dolorosa que pone al alma en espera constante y en continua súplica de amor. Un andar vagabundo tras de amor como quien nacido de lo alto escucha aquel viento que sopla donde quiere, sin saber de dónde viene ni a dónde va. Un andar herido de amor que inflamado por ardores indescriptibles que le llegan de más allá de sí se ve animado, impulsado y llevado. Un andar enloquecido de amor.

            Y este andar en amor encendido e incendiado va engendrando amor por donde pasa. En su peregrinar tras el amor se ve llevado a dónde el amor del Amado no está presente y se ve invitado a contagiarlo, a ofrecerlo, a darlo. Por su testimonio de andar en amor el Señor va regalando a otros el enamoramiento de amor que ya ha infundido en el contemplador. Así anda en amor provocando el llamado a vivir y andar en amor del Amado.

            Y así este andar en amor encuentra su vocación en darse más a su Amado para que su Amado lo convierta en rostro y presencia viva de su amor para el mundo.

            Contemplar es andar en amor provocando amor por un amor tan encendido.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

POESÍA DEL ALMA UNIDA 35

  Oh Llama imparable del Espíritu Que lo deja todo en quemazón de Gloria   Oh incendios de Amor Divino Que ascienden poderosos   ...