POESÍA DEL ALMA UNIDA 22

 

 

Ven sal de tu tierra

Ven hacia Mí

 

Tu voz como suave correntada de Agua

Tu voz como brisa del Alba

 

Yo te estaba esperando

Aguardé extenso en el tiempo

Mientras Tú desmontabas y talabas sin pausa

Hasta que se perdieran todas las cosas

 

Y a poco del jalón final te aceleraste

Me sorprendiste y me llamaste

Entonces pude verlo todo claro

Estoy solo

Porque soy tan pobre soy tan libre

¿Qué hago yo aquí?

 

Por delante un desierto verde

No el yermo de antaño

Cargado de combates y purificación

Sino este desierto verde de la Unión

 

Aquí uno se retira a que no pase nada

Si al fin ya todo está hecho en tu Cruz

 

Aquí uno se retira a descansar

Porque depositado en tus manos

No puede haber desasosiego

 

Ya no se busca algo

Sino que se atesora la santa desnudez

 

Aquí se contempla sereno

Que todo está en Ti

Que tu Providencia es sabia

 

Solo habrá que permanecer aquí

Acompañar caminantes

Ayudarles a trazar Contigo travesías

Y aguardar la verdadera Vida por delante

 

En este desierto verde de la Unión

Se vive un amor estable

Hasta que se pase de este mundo al Padre

Y la Paz sea colmada en Gloria

 

PROVERBIOS DE ERMITAÑO 29


 

CANTANDO CANTARES DEL ALMA 4



“Mientras el rey está en su diván, mi nardo exhala su perfume. Mi amado es para mí como una bolsita de mirra que descansa entre mis pechos.” (1,12-13)

 

1.      Cuando el Señor revela al alma su presencia reposada y tranquila en lo más hondo de ella, no puede menos que exhalar su perfume más original: su referencia absoluta al Amado, el reconocimiento cándido de su dependencia creatural.

 

2.      El Amado -cual escondido secreto que bulle, se derrama y se expande en el centro del alma-, se le ofrece, se le da, se le regala.

 

3.      ¡Oh, sí, el alma lleva en su centro la habitación del tesoro de donde brotan mercedes y florecen regalos que la tornan más semejante a su Amado!

 

4.      ¡Oh, olorosa Presencia, que tanto bien me haces, úngeme con tu néctar y sáciame de Ti, ya no quiero más vivir en mí sin Ti pues eres sólo Tú ya mi vivir!

 

5.      ¡Oh, Señor, escondido en lo secreto de mí, trueca el episodio, que quede yo escondido también en lo secreto de Ti!

  

CANTANDO CANTARES DEL ALMA 3

 


Llévame contigo: ¡corramos! El rey me introdujo en sus habitaciones: ¡gocemos y alegrémonos contigo, celebremos tus amores más que el vino! ¡Cuánta razón tienen para amarte!” (1,4)

 

1.      Es frecuente que un alma contemplativa pida a su Señor que la lleve consigo, que la lleve más con Él, que la haga capaz de una unión más íntima y duradera.

 

2.      El caminar contemplativo supone dejarse conducir el alma por su Señor a distintas habitaciones de la morada interior, hasta que quizás un día sea introducida en la habitación central donde se sirve el más precioso néctar: el culmen de la unión.

 

3.      ¡Oh, cuánta razón tienen para amarte Amado mío! ¡Tu amor indecible e inefable vale más que la propia vida! ¡Tu amor, Señor, qué gran tesoro!

 

4.      ¡Oh, todo por tu amor! ¡Pago el precio absoluto de mi vida por unirme a Ti, Amado y Hermoso Señor!

 

5.      ¡Oh, pago el precio de mi vida para que te conozcan, te saboreen y te den a luz todos los hermanos y hermanas que te buscan por innumerables caminos!

 

6.      ¡Oh, qué no haría yo para que todos gozaran de tan alto amor!

 

7.      ¡Oh, Señor, dime qué hacer para ayudarte a enamorar y cautivar la vida de todas tus humanas creaturas!

 

 

CANTANDO CANTARES DEL ALMA 2

 



Porque tus amores son más deliciosos que el vino; sí, el aroma de tus perfumes es exquisito, tu nombre es perfume que se derrama: por eso las jóvenes se enamoran de ti.” (1,2b-3)

 

1.      ¿Cómo no embriagarse el alma si disfruta del Sumo Bien, fuente y efluvio de todos los bienes? Quien ha experimentado una caricia, un toque, una mirada amorosa del Amado sabe que el alma queda fuera de sí ante tanta delicia.

 

2.      Causa un gran gozo en el alma el experimentar que su pequeña y frágil vasija es incapaz de contener tanto derroche. El amor de Dios embriaga tanto que desmaya, saca de sí, cautiva.

 

3.      El amor de Dios sobreabundante y excedente no puede sino derramarse de la vasija del alma, ya que no hay continente que pueda contener a tal Señor.

 

4.      El alma  sobrepasada y atravesada por tanto amor queda embriagada y olorosa en Él. El amor del Amado la tiene secretamente transformada, y perdida en Él lleva de Él su vino y su perfume.

 

5.      ¡Oh, qué maravilla este amor más delicioso que el más sabroso de los vinos y  más perfumado que el más aromado elixir! ¡Oh, cuán favorecida el alma que queda por él ungida... ya se dirá de ella que es toda una reina desposada!

 

6.      Cuando Dios disponga, quedará prendada el alma del más grande amor por su Amor que todo lo llena y lo sacia, fuente y culmen de todo, donde se sostiene todo en dependencia secreta que invita a la unión.

 

7.      ¡Oh Amor tan amado, no tardes! ¡Ven pronto a arrebatarme y elevado en tu llama hazme más semejante a Ti, que yo contigo quiero arder y dar de Ti y de mí, por Ti y en Ti!

 

PROVERBIOS DE ERMITAÑO 24


 

CANTANDO CANTARES DEL ALMA 1

 



“¡Que me bese ardientemente con su boca!” (Ct 1,2a)

 

1.      Quien contempla tiene su alma encendida e incendiada y la ve tan llena de Amor. Pero éste su amor no es suyo sino llama vibrante que la quema y la hiere, llama que le trajo la flecha punzante que la ha atravesado toda entera.

 

2.      Quien contempla tiene su alma inflamada y ya desnuda sin rastro de vergüenza ante el Señor. Y Dios incita al alma a pedir el don de la unión.

 

3.      Si una caricia la puso en fuga, si una mirada la desnudó y la dejó en tinieblas, si un toque la atravesó hiriéndola y transformándola, ahora quiere el alma pasar del noviazgo con todos sus raptos y pruebas a una unión más duradera.

 

4.      Desea el alma que apure su Amado el tiempo de la noche, que descargue ya todos sus trabajos y cauterios y flechas, que la vacíe ya, que la tome ya, que la haga morir ya para gozar de la unión, de la participación serena y total en cuanto en esta vida es posible de su Ser.

 

5.      ¿Qué quiere el alma enamorada? ¡Ay, que la rapte tanto que ya no pueda más que vivir enteramente raptada para siempre! ¡Ay, que la introduzca tanto en su muerte y su sepulcro que ya no viva más que resucitada!

 

6.      ¡Que se apaguen todas las fascinaciones de este mundo y ya no vuelvan a encenderse! ¡Que se mueran los quereres y que no quede otro querer más que el del Amado hecho uno con el querer del alma!

 

7.      ¿Y si no se esperara la dulcísima meta del beso de la unión cómo podría el alma soportar la dolorosa purificación que en la noche del capullo realizará el Amado para que pueda recibirlo?

 

8.      Exclama el alma: ¡Sí, apura todos tus trabajos, cauterios y flechazos; apura las pruebas, mortificaciones y contradicciones; apura todo el dolor de la noche hasta la altura de la Cruz y luego bésame, oh Señor, con el beso bendito de tu boca!

 

PROVERBIOS DE ERMITAÑO 23


 

PROVERBIOS CON LUZ DE AMOR Apreciar el tamaño de la Cruz

 




1.      Apreciar el tamaño de la Cruz, amar y caminar hacia delante.

 

2.      El camino del cristiano es un camino de cruz hacia la Cruz. No es amor un amor incapaz de cruz.

 

3.      La cruz aparece siempre en uno mismo, en los otros y en el mundo. La cruz reaparece en el camino y es del todo inevitable.

 

4.      Asociada solo con la prueba, la amargura, el dolor, la injusticia, el desamparo y el fracaso, en fin, sólo con la muerte, la cruz pierde su verdadero valor y fuerza.

 

5.      La Cruz alcanza su plenitud sumándole su ser posibilitante del crecer, de la felicidad auténtica, del gozo, de la redención, del abrazo fraterno, de la victoria de la resurrección, es decir, de la Vida.

 

6.      Ante el peso contundente de cada cruz que nos toca cargar, peso que aplasta y como afilada daga traspasa el alma entera: ¿quién nos puede hacer capaces de mirarla con ojos de posibilidad, de recibirla agradecidos, de llevarla con alegría?

 

7.      Solo el Señor Jesús, aquel que cargó con su Cruz todas las cruces de la humanidad y de la historia, puede ayudarnos a vivir la cruz.

 

8.      Contemplando a Cristo Crucificado se nos regala una mirada nueva. Su Espíritu nos muestra dulcemente el tamaño de nuestra cruz, revelándonos también su posibilidad salvífica; y nos introduce en el conocimiento interior de la magnitud de la Cruz del Amado.

 

9.      Lo amargo de la Cruz se nos torna sabroso inflamados por su Amor.

 

10.  Amar la Cruz, amar a los crucificados que hay en ella es lo que hizo Jesús y lo que nos enseña.

 

11.  Contemplar es elevar nuestra cruz a la Cruz de Jesús, quien eleva toda cruz al Padre para que Él derrame abundantemente el don de la Resurrección.

 

12.  El verdadero contemplador, es decir, el verdadero amador del Amado, toma su cruz y lo sigue, camina hacia delante, seguro, confiado, lanzado a los brazos del Padre.

 

13.  El contemplador no solo llevará su cruz, sino tantas cruces de otros que no saben, no pueden o no quieren cargarlas; las toma y las lleva por ellos.

 

14.  En la Cruz amanece esplendoroso el Rostro del Esposo y el contemplador le busca en desposorio, abrazándolo enloquecido y errante por el mundo.

 

15.  El misterio de iniquidad que hace despuntar la Cruz sólo se redime con amor. Así lo vivió el Señor Jesús y así quiero vivirlo yo. No hay otra forma de madurar en contemplación.



PROVERBIOS CON LUZ DE AMOR En lo escondido

 



 

1.      Escóndeme en lo escondido.

 

2.      El verdadero contemplador ha gustado del Dios escondido.

 

3.      Tras la primera noche del alma, se ha encontrado el contemplador con Aquel que tanto sobrepasa; resultándole pues inasible, en huida, tan escondido y más allá de su inteligencia y afectos.

 

4.      Vive quien contempla, el momento negativo donde nada de lo que diga de Él alcanza y el momento superlativo donde Dios es más y siempre más de lo que de Él se puede afirmar. Dios es la nada y  Dios es el todo.

 

5.      Un Dios escondido que el contemplador solo puede abrazar con el nuevo sentido interior que le ha sido regalado en la quietud de amor.

 

6.      Avanzando, hacia Quien se le dona primero pues lo avanza, lo contempla, es decir lo ama y es amado en lo escondido.

 

7.      Mirando con mirada cautivada este bendito Espejo –Encarnación, Eucaristía y Cruz-, atraído todo él con fuerza irresistible a la comunión, el contemplador no puede menos que suplicar con dulzura ser escondido en Él.

 

8.      Escondido tras el Escondido querrás vivir para que desapareciendo tú brille el Amado.

 

9.      Quiere el contemplador esconderse justamente allí donde el Dios escondido más se anonada: tras Encarnación, Eucaristía y Cruz.

 

10.  El verdadero contemplador suele pasar ante los ojos del mundo como un torpe, loco o ciego. Es que por amor busca ser pobre para abrazarse enteramente al plenamente Pobre.

 

11.  Unido a esta pobreza que enriquece, deja escondidos en la intimidad los favores y esfuérzate por sacar a luz a Dios en las obras, desapareciendo tú lo más posible, obrando también en lo escondido.

 

12.  Sólo en lo escondido, donde el Padre únicamente ve, el amor fecunda y fructifica.

 

13.  La mayoría de los hombres no se encuentran en profundidad con Dios porque lo buscan donde Él no destella.

 

14.  La lógica de la Encarnación, de la Eucaristía y de la Cruz va a contramano de la lógica del endiosamiento, de la autoafirmación negadora de lo diferente y del poder que nos empuja desde la raíz de pecado que vive en nosotros.

 

15.  El Dios que vino entre nosotros asumiendo plenamente la humanidad y la historia eligió pararse en el reverso de nuestro hacer humanidad y hacer historia y desde allí, desde lo escondido, sumergido en lo más profundo de nuestras tinieblas hizo brillar su luz que dispersa oscuridades.

 

16.  Esconderse en lo escondido es pararse junto al Amado y ser testigo y cooperador de su amor que salva.

 

17.  El camino del santo es el camino de la locura, que no es otra que la locura de amor de Jesús, el Señor.

 

PROVERBIOS CON LUZ DE AMOR Crecer hasta la altura del amor regalado

 



1.      Crecer hasta la altura del amor regalado. Dura pero ineludible exigencia es ésta para un camino de verdadera contemplación.

 

2.      A la gracia hay que aceptarla, algo así como atar a ella la naturaleza para que la recree. Y a las mercedes se las atesora devolviéndoselas al Amado por el canal de las criaturas.

 

3.      El amor del Señor no solo nos invita a devolverle amor a Él sino que nos exige amarlo en todo lo que es obra suya, reconocerlo allí y allí abrazarlo.

 

4.      No progresa en el amor a Dios quien no progresa en el amor a los hermanos humanos, a todos los hermanos de la naturaleza, al hermano universo.

 

5.      Atar la gracia es desatarla, devolver gratis lo que gratis se nos da.

 

6.      Dejarse recrear es dejarse atravesar.

 

7.      La transformación interior comienza por la recepción del don y sigue por su devolución multiplicadora. Atesorar es desnudarse.

 

8.      Cuando  recogido en la interior morada recibo amor nuevo y quemante del Señor sé que no es un final sino un nuevo inicio del trabajo de conversión, siempre continuo, nunca acabado.

 

9.      Entre lágrimas y no pocos dolores lucho y pongo todas mis fuerzas en crecer con obras hasta la altura del amor que el Señor me regala.

 

10.  ¡Ojala algún día por algún momento la altura de ese amor que anima y exige sea la altura de la concordia amorosa con todos por amor al Amado!

 

11.  De poner en obra tanto amor recibido habré crecido con la ayuda generosa de la gracia hasta la altura del amor de Jesús en la Cruz.

 

12.  Solo entonces exultaré y cantaré lleno de gozo al verme desposado en la Cruz, crucificado junto a mi Amado, uno solo con Él.

 

POESÍA DEL ALMA UNIDA 35

  Oh Llama imparable del Espíritu Que lo deja todo en quemazón de Gloria   Oh incendios de Amor Divino Que ascienden poderosos   ...