CONVERSACIONES SUBIENDO AL MONTE 1 (2022)
UNIÓN CON DIOS
“…el
estado de esta divina unión consiste en tener el alma, según la voluntad, con
tal transformación en la voluntad de Dios, de manera que no haya en ella cosa
contraria a la voluntad de Dios, sino que en todo y por todo su movimiento sea
voluntad solamente de Dios.” (SMC L1, Cap.11,2)
Queridísimo Fray
Juan, no te tardas nada, y ya desde los comienzos de nuestro diálogo subiendo
al Monte, declaras con sencillez en qué consiste alcanzar su cima.
De hecho esta unión
con Dios en su grado máximo -tal como se pueda dar aquí en la historia-,
necesariamente es unión en un mismo querer sin división. Ya hablaremos
seguramente acerca del tremendo camino de purgación que se debe atravesar. Y
ciertamente delimitaremos con más precisión en qué consiste la unión nupcial
del alma con su Dios. ¡Pero cuánto bien nos hace que nos recuerdes que la
santidad no es nada más ni nada menos que conformarse a la Voluntad Divina!
En nuestro siglo
padecemos eclesialmente dos problemas más pronunciados en este punto.
El primero: la
santidad es escasamente proclamada y más extraño aún es hallar, tanto verdaderos
maestros como caminos de formación para vivirla. Además, so pretexto de una
equívoca y desorientada misericordia, se tiende a convalidar la mediocridad e
ir igualando todo –muy inclusivamente por supuesto- hacia abajo.
El segundo: una forma
de comprender la santidad atada a lo extraordinario, un culto al milagrerismo y
a la espectacularidad. No creo que sean muchos Fray Juan hoy en día quienes
vean en la Cruz la clave. No sé a cuántos interesará este diálogo nuestro que
tendrá tanto de desasimiento, de humildad y pobreza, de nada…
Te cuento que a mí -desde
el comienzo más consiente de mi andar discipular en la juventud-, me ha
producido siempre gozo descubrir la Voluntad del Padre. Me he sentido en el
Espíritu fascinado e inquieto por descubrir sus caminos. La paz me ha llegado
al ser iluminado en Gracia y comprender su santo mandato sobre mi vida. La
Voluntad de Dios no me ha provocado angustia ni miedo, por lo contrario me ha
dado sosiego y me he sentido seguro bajo su refugio. Lo más penoso han sido
esos intervalos de incertidumbre, esos tiempos de discernimiento que esperan
dar a luz la Vida Nueva tan anhelada en Cristo.
Digo esto porque hablaremos
de la mística transformación del alma que se une a su Señor. Pero nos acompañan
muchos hermanos a los cuales debemos con más llaneza explicarles con sinceridad
que no se preocupen tanto por tener experiencias espirituales extraordinarias
porque en eso no consiste nada de cuanto es firme y permanece. Pondremos
nuestro cimiento en esta verdad: hacer la Voluntad de Dios y solo la Voluntad
de Dios. El Señor sabrá si por senderos ascéticos o también místicos nos lleva.
Ciertamente nos conducirá por el mejor y más apropiado trayecto para cada
quien.
Finalizo este intercambio,
querido hermano, dándote testimonio de mi mayor alegría. Como sacerdote y
pastor en su Nombre, me estremezco de dicha cuando veo a las ovejas buscar con
insistencia la Palabra bendita que los introduzca en el Silencio del Padre, en
su Misterio… y en ello perciban con fuerza transfigurante su santo designio de
salvación. ¡Y cuánto me duele y entristece ver cristianos buscándose a sí
mismos bajo todo espejismo de Adán! Te ruego intercedas por nosotros, por la
Iglesia peregrina, que el Espíritu nos regale una santa hambre y sed por la
Voluntad del Padre Altísimo.
Amén
ResponderBorrarQue así sea!
Gracias Silvio
Buen día, no hace falta llegar a la sima el discípulo observó la sima desde abajo, miro la realidad y su Cruz, la voluntad del Padre el El ...estoy subiendo pero aun me falta..."ahora, pero todavía no" analizó y lo expreso a su maestro lo que descubrió... No tiene desperdicio. Algunos no ven mas que sus propias narices y otros se les da de mirar hacia abajo. Ojala mas podamos comprender que no es llegar a la santidad sino vivir en ella. Gracias por Compartir.
ResponderBorrarLa Voluntad de Dios Reina, es todo
ResponderBorrar“FIAT” dijo El Padre e hizo la Luz, principio de la creación y su primera Palabra
“FIAT”, dijo María Virgen y Dios obró la Encarnación, con todo lo que ello implica, Misterio inabarcable
“FIAT”, dijo El Señor en el Huerto y se rindió a la Voluntad del Padre, sacrificando místicamente su Humanidad aun antes de la Santa Cruz
La Voluntad de Dios es la Roca, porque su Voluntad expresa su Verbo, así como su Verbo expresa o revela Su Voluntad.
FIAT MIHI SECUNDUM VERBUN TUUM!!